viernes, 2 de mayo de 2014

Boca


Es sabido que Angelici no le tiene simpatía a Riquelme, al mismo tiempo que Riquelme nunca simpatizó con el macrismo.
No es difícil adivinar que son varios en la Comisión (por ahí, mayoría) los que no quieren renovarle el contrato a Riquelme.
Angelici quedó como presidente después de ganar una reñida elección contra su antecesor Amor Ameal. Que mantenía un club económicamente saneado, con grandes ingresos de plata, pero que no atinaba a darle una estabilidad en el terreno futbolístico que le permitiera al hincha de Boca disfrutar de la convicción, de la seguridad, de que sobrevendrían títulos con regularidad.

La promesa de Angelici, el candidato de Macri, de devolver al club a la cadena de triunfos futbolísticos que hilvanó durante la segunda etapa del mandato de Macri, una vez elegido Bianchi como entrenador, fue lo que terminó volcando la elección.
En ese aspecto, y transcurrida ya la mayor parte, la gestión de Angelici fue un fracaso rotundo.

En Boca hay elecciones en 2015.
Angelici cuenta con el activo fundamental de haber sabido mantener la construcción política que el macrismo llevó a cabo. Las agrupaciones le responden, tiene cerrada a una parte importante de la barra, maneja los padrones y decide arbitrariamente quién se hace socio y quién no. Cosas que no son garantía de éxito eleccionario, pero que ayudan y mucho.

Ahora, si no le renueva el contrato a Riquelme, se le podría complicar volver a ganar las elecciones, o al menos brindaría una oportunidad de que en los márgenes se le arme algo (como lo que intentan Santamaría y Carreras, rejuntando viejos dirigentes, por ahora sin mucho éxito aparente, pero que ante una debilidad de la hegemonía macrista podrían encontrar un hueco) porque los hinchas de Boca en su gran mayoría pretenden que Riquelme siga.
Una decisión tan fuerte como la de no renovar sólo podría ser compensada con títulos, que Boca salga campeón. El tema es que Boca en el próximo segundo semestre post-mundial prácticamente no tendrá la posibilidad de jugar la Sudamericana, porque sus resultados actuales no lo clasifican (aparte, para uno de los clubes más ganadores de la historia en el terreno internacional, es una copa menor).
Además, con el nuevo calendario del fútbol local, que por un lado blinda a Boca de la posibilidad de descender, prácticamente no hay tiempo para ser campeón, porque el torneo largo de 30 equipos terminaría recién en diciembre de 2015, después de las elecciones.
Debería jugarse todas las fichas al campeonato de transición que termina en diciembre, y que además está en duda que adquiera la trascendencia necesaria como para convencer a los hinchas de que ganarlo es signo indiscutible de la vuelta a la situación de inexpugnabilidad futbolística.

De manera que es difícil que Angelici se anime a no renovar ese contrato. Incluso Riquelme podría apostar unas fichitas y pedir más plata.
El otro que se queda seguro es Bianchi.
Porque en definitiva son estos contratos lo que cohesionan políticamente el apoyo a la gestión de Angelici: "no salimos campeones, es cierto, pero querías a Riquelme, te trajimos a Riquelme, querías a Bianchi, te trajimos a Bianchi", repiten con tono de discurso aprendido los militantes macristas a los cuestionamientos internos y externos.

Por eso Angelici, con su constante gesto de preocupación se sentó junto a Grondona en el anuncio del nuevo calendario. A él personalmente no le termina de servir del todo, lo obliga a poner en juego muchas cosas. Pero al menos, como ya dijimos, lo blinda de la chance cierta de tener problemas con el descenso.
Al final de cuentas, cuando nos asustamos, todos nos volvemos conservadores.

4 comentarios:

chacall dijo...

Estaba esperando un comentario tuyo sobre futbol pero no sobre Boca, sino sobre el nuevo torneo!.

Que fácil la tienen ustedes, les van a poner 2 partidos con un equipo de la B como clásico. La pensaron bien!

saludos!

Mariano Grimoldi dijo...

No entendí nada todavía sobre cómo se va a jugar el nuevo torneo.
Pero en principio, el cambio de calendario me gusta, y que se le abra más espacio a equipos de provincias también, aunque me parece que se queda tímido con la regionalización.
Pero mirá que no soy de Boca Chacall, soy de Vélez. Quién nos toca de clásico?

chacall dijo...

Obviamente Ferro, o All Boys? Chicago? Bueno alguno de alguna de las b. ;)

Pegate una vuelta por acá para entender un poco más (o menos)

http://la-redo.net/se-agrando-la-familia-37088-/

hector dijo...

Todo pasa, dice Grondona. Paso lo mismo que ahora cuando tuvieron que sacar a Gatti, ya había cumplido su ciclo para poder jugar en Boca, como ahora Riquelme. Podrá jugar un poco mas en algún equipo menor, en el que sus frecuentes lesiones no lo afecten tanto como le pasa con Boca.
Los dirigentes tienen que hacer lo que mas le conviene al club, no lo que los socios quieren. para eso son dirigentes sino serian supervisores.-