sábado, 16 de marzo de 2013

Reflexiones vaticanas

Francisco se pagó la habitación del hotel donde se hospedó.
Esto probablemente haya sido un hecho de relevancia nula o minúscula en las finanzas de la organización del evento de elección y coronación del nuevo papa, a cargo de la monarquía vaticana. Se ahorraron apenas unos manguitos.
Pero es un "gesto de humildad" eso de pagarse el hotel de su bolsillo, con el fruto de su trabajo.
De qué trabaja Francisco? De arzobispo de Buenos Aires. El hotel se lo pagó el estado argentino. Con la plata de los jubilados.
Pero bueno, tampoco tiene esto relevancia financiera para el estado argentino.

Ahora como símbolo tiene sí una fecundidad importante (que el papa se haya pagado la cervecita del frigobar, digo).
Esta gran hipocresía (en el sentido griego del término) de que el papa sea austero es una acción política de cierta relevancia. Y como toda acción política comporta la creación de un relato. Una explicación, digamos, de la realidad. Una forma de representarla en base a antagonismos binarios,

Francisco es austero. Y sensible para con los pobres.
Lógicamente esto no tiene ningún correlato en que la pobreza siquiera disminuya un poquito en el mundo. La iglesia católica seguirá siendo un factor de poder activo y determinante en el proceso de circulación y acumulación que define que crezcan los ricos con simetría exacta a la que se crean pobres. Será siempre mucho más importante el accionar del banco ambrosiano para la mantención de las condiciones de pobreza en África, que el gesto papal de no usar la limusina para resolverla. En ese sentido, toda acción política comporta cierta hipocresía.

Pero señalar este límite del relato (que en este caso, además, es deliberado) no implica decir que el mismo es inocuo. Tiene, aunque mucho más limitadas que en la imaginación febril de algunos entusiastas, algunas derivaciones de peso.
Un papa "pobre" es un papa que contribuye a saldar abismos en la relación de poderosos con los carentes de poder. Le resta algo de legitimidad a la imposición de condiciones leoninas de un acreedor para con un deudor, por ejemplo. Y hasta es esperable que esto pueda tener algún correlato en negociaciones caras a los argentinos, con otros países u otros poderes. Una influencia no exclusiva, tal vez ni siquiera dccisiva. Pero que puede ayudar. No es casual que algunos referentes políticos latinoamericanos hayan celebrado la latinoamericanidad del papa. De alguna manera, lo quieren operar. Y tal vez, la iglesia de Francisco un poquito se deje. Es lo más auspicioso, a mi forma de ver, del nuevo papado. Pongamos los nombres: Malvinas y deuda externa.

Desde algunos sectores del kirchnerismo le salieron al nuevo papa con los tapones de punta, Calculo que habrán sido llamados al orden, y están reculando despacito. La verdad es que inmiscuir al papa en cuestiones domésticas no va a ser sencillo. Lo lamento (también) por algunos esperanzados opositores, que parece que soñaran con un papa líder de la oposición. Los intereses que representa Francisco, sin embargo, distan mucho de los de Majul y Morales Solá.
La cuestión es que para la monarquía vaticana  el kirchnerismo no constituye sujeto de inicio de "guerra santa". Aunque algunas de sus pulsiones tal vez sí. Siempre en el contexto de la capacidad de propagación que tengan los "ejemplos" de un paisito minúsculo en el resto del mundo. Nada más. No nos la creamos, tampoco.
Lo que tal vez sea probable es que el nuevo equilibrio de fuerzas modere un poco algunos ímpetus más contestatarios del oficialismo. El kirchnerismo va a "dividir a los argentinos" un poco menos, quizás. No sé si tanto como para decirle milagro de Francisco. Pero hay quienes deben tener grandes expectativas en esta módica "victoria" papal, todavía no concretada.

En este sentido, rápido de reflejos Mariotto bancando al "papa peronista". Para evitar que se arme una polarización kirchnerismo-scioli por este tema.

Lindo el poster gigante de Francisco que salió en Clarín. Se ve que algunos populismos están justificados. Porque nadie se indignó con la manipulación a las masas que ejerce este imperio secular llamado catolicismo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

el "gesto" fue que no mandara un secretario a pagar (con la plata de los jubilados) y que fuera personalmente.

el pincha dijo...

este post no tiene fisuras mariano, un abrazo. como siempre.