miércoles, 11 de abril de 2012

Lousteau y la dialéctica

Uno de los grandes problemas que se señalan habitualmente sobre la coyuntura económica argentina actual es la "incertidumbre respecto de la inflación futura, y las dudas respecto de si los salarios le ganarán la carrera a la escalada de los pecios".

Entre los sostenedores de estas hipótesis de hipótesis se encuentra el ex-ministro de economía kirchnerista y promotor de las retenciones móviles, las cuales quedaron archivadas en el mismo cajón que su renuncia, el Licenciado Martín Lousteau, probable asesor económico de un hipotético armado de Alberto Fernández y Felipe Solá para convertir al destacado Gobernador ultracatólico, el salteño Juan Manuel Urtubey, en el Enriquez Ominami argentino, es decir, prometedora figura de la política con todas las chances de quedar en un expectante tercer lugar en las próximas elecciones presidenciales del cual suelen colgarse figuras más experimentadas para acceder a cargos legislativos, como podrían ser los casos de los mencionados armadores, por ejemplo. Siempre en el terreno de las hipótesis. No me van a decir ahora que no se puede hipotetizar. Decí que Alberto no va a andar perdiendo el tiempo leyendo este blog (debe estar muy ocupado consolando a Graciela Ocaña y tocando contactos para que le habiliten fondos para la fundación), que si no, por ahí me lo dice, a él que tanto le gusta cambiar las reglas del debate sobre la marcha, demostrando que promueve una alta inseguridad jurídica en las discusiones, por lo cual podríamos concluir que para este espacio en materia de debates hay que hacer lo contrario que en la economía, sobre todo en lo relativo a los inversores...en campañas políticas.

Bueno, sería para charlar largo rato... Pero ojo, porque la realidad indica que muchas veces pasar de un terreno de incertidumbre en materia de inflación a otro de certidumbre redunda en que no se tengan dudas respecto de que los salarios (o ingresos fijos en sentido amplio) NO le ganarán la carrera a la escalada de precios.
Lo cual cierra con el broche fabuloso de que los inversores se sentirán encantados con la certidumbre, y volcarán dólares en carretilla por el tobogán de la cuenta financiera de la balanza de pagos. Como en Brasil.
Ya sé, ya sé. No hay solamente dos caminos, sino que en el medio hay otras opciones.

El único problema de las opciones del medio es que cuando las llevás a la práctica se empiezan a parecer demasiado a las de las puntas.

martes, 10 de abril de 2012

Soja

El precio internacional de la soja viene en una performace persistentemente ascendente desde hace unos meses.
La tonelada disponible en el mercado de Chicago supera hoy los U$D 520.

Se insiste largamente con la importancia que este dato tiene para el desenvolvimiento de la economía argentina. Sobre todo, con las consecuencias positivas (el "viento de cola"). Las negativas (que también las hay) suelen presentarse más esquivas a la curiosidad de los aficionados.

La cuestión es que la tonelada de soja no escapa a una característica coyuntural de los mercados internacionales (que sin embargo ya lleva tanto tiempo que puede sugerir que adquirió carácter permanente): los altos precios de los commodities.
El oro batió varias veces todos los récords a final del año pasado, el barril de petroleo de cualquier tipo supera o anda cerca de los 100 dólares. Etcétera.

Hay entonces un proceso de alza continua y general (con picos y descensos pequeños pero que no afectan la tendencia de la línea polinómica) de los precios de los commodities. Este proceso actuó en tándem con las políticas monetarias laxas de la FED, propiciando una devaluación encubierta del dólar con la idea de hacerle recuperar competitividad relativa a la economía norteamericana en detrimento de los países emergentes.

En ese marco operan específicamente las fuerzas que conforman cada mercado en particular. Los operadores capaces de conformar los flujos informativos que van modificando las conductas en torno de la convalidación de precios.
Para decirlo más claramente, a través de un ejemplo: el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA) hace previsiones de las cantidades a cosechar en los principales países productores de determinados cultivos. En el caso de la soja, y tomando en cuenta las características climáticas de este año, ya en un par de oportunidades corrigió a la baja sus previsiones sobre las toneladas a cosechar en Argentina y Brasil. Para Argentina el último dato publicado (previsto, repito, previsto por el USDA) es de 45 millones de toneladas, unos millones por debajo de la campaña anterior.
Estos números tienen efecto directo, decíamos, sobre las conductas de los agentes en el mercado. Los chinos, por ejemplo, se desesperan y salen a asegurarse posiciones. Los precios suben y afectan a los disponibles remanentes de la campaña anterior en el hemisferio norte.

Yo, que no tengo nada ni que ganar ni que perder en todo esto, no me arriesgaría a tomar al pie de la letra, como si fuera palabra santa, las recomendaciones encubiertas del USDA.

lunes, 9 de abril de 2012

ABL y autonomía

La última modificación en el impuesto denominado ABL de la Ciudad de Buenos Aires introdujo una situación inédita para los porteños: la diferenciación de tasas.
A ver: yendo por partes.

Hay un cambio primordial en cuanto a la modalidad de pago. Un impuesto bimestral pasa a cobrarse mensualmente.
Hay un objetivo básico en la modificación: mejorar la recaudación. El aumento de lo que paga cada contribuyente, en valores que rondan el 100%, y que llegan hasta el 500%, debido a las modificaciones en la valuación de las propiedades y las alícuotas. El incremento en la recaudación alcanzaría una suma proyectada en un 60 y pico % de lo recaudado por el fisco porteño el año pasado.
Hay modificaciones de índole técnico en el cálculo que se hace para determinar las sumas a pagar.

De entre éstas últimas destaca una: la ya nombrada diferenciación de tasas.
La valuación fiscal (que ahora pasó a ser una proporción del valor de mercado de la propiedad) se ve afectada por la aplicación de dos alícuotas distintas: una de Alumbrado, barrido y limpieza (0,5). Otra (diferenciada por zonas entre 0,2 y 0,7) que define el valor de la tasa inmobiliaria.

En realidad, la modificación pone al famoso ABL porteño en situación análoga a la de los demás impuestos similares que se pagan en el resto de país. Son dos tasas: una cobrada por el municipio (ABL), otra cobrada por la provincia (inmobiliario). En la CABA es una sola porque hay una sola autoridad de aplicación.
La queja porteña debería ser disuadida: nada es gratis. Y la autonomía tiene el costo implícito de hacerse cargo de los propios gastos. Lo cual sugiere que sea necesario el incremento de las contribuciones. Me extraña que surjan resistencias de parte de los habitantes más cultos del país, de los que votan distinto al resto, de los que conforman la "caja de resonancia".

Pero, volviendo al punto central, ajeno a la chicaneada barata. No es un dato menor que la doble tasa provenga de la existencia de distintas estructuras políticas (municipio, provincia), que conviven en la misma jurisdicción con distintos niveles de jerarquía, y con división de competencias bastante definida.
En la CABA, sin embargo, esto no existe. O mejor dicho sí, pero de manera incipiente.

La voluntad de diferenciar la tasa, hasta ahora, no se corresponde con la voluntad de descentralizar funciones con las Comunas, lo cual exigiría la descentralización de presupuestos y de la función de cobro: el ABL sería comunal; el inmobiliario sería de la CABA, que estaría de este modo más cerca de alcanzar status de provincia.

La situación, sin embargo, es bastante improbable. Las comunas son estructuras demasiado chicas como para que se descentralice en su provecho parte de la recaudación fiscal y del manejo presupuestario (así como también los contratos, como la recolección de basura, por ejemplo).

Un elemento más que demuestra que la autonomización de la ciudad de Buenos Aires fue una concesión política no demasiado razonada, ni puesta sobre el tapete de las discusiones con el total de las implicancias (se ocultaron arteramente las consecuencias desagradables). Y que quedan muchas cosas por resolver. Un dato para tomar en cuenta a futuro. La CABA todavía no se hizo cargo de la seguridad en su jurisdicción. Eso podría devengar alguna tasa adicional. Lo sugiero, para que no tome por sorpresa a los ciudadanos con alta calidad de voto.

jueves, 5 de abril de 2012

Efectivo "fácil": distorsiones para aplicar "sintonía fina".

Esta nota en Ámbito da un pantallazo general a la situación gruesa del sector bancario.
El contexto al que la nota alude es de buena liquidez y ganancias importantes para el sector en el año pasado.

La particularidad del caso está dada por el dominio de la banca pública en el mercado de préstamos, así como también en cuanto a la captación de depósitos.
Cuando observamos con un poco más de detenimiento los datos, vemos que el banco que ejerce un verdadero dominio en ambos rubros es el Nación que se lleva el 28,3% de participación en depósitos, y el 20,5% en créditos otorgados.

Hay que decir algunas cosas. Respecto de los depósitos no debe ser para nada despreciable el impacto que ejercen en la alta participación del Banco Nación los fondos depositados por entidades oficiales (Lotería, Pami, principalmente ANSES).
De hecho, en la misma nota se incluye el dato de que el fuerte crecimiento que el año pasado registraron los depósitos en plazo fijo, de casi el 30%, redundaron en incremento en la participación sobre todo de los principales bancos privados (Río, Francés, Galicia, Macro, HSBC).
Hay una correspondencia bastante directa entre las participaciones de las principales entidades en ambos rankings, además.
El Nación, en el ránking de préstamos, destaca seguramente a partir de las líneas de financiamiento a empresas, fondeadas justamente por los depósitos de entes oficiales.

Las entidades privadas tienen asentada su participación en los préstamos personales, financiación con tarjeta y crédito en cuenta corriente.

Las características del contexto actual que merecen ser destacadas:

-primero, que la alta liquidez de los bancos prevalece, a pesar del peso elevado en los pasivos del Banco Central de instrumentos de absorción. Hablamos de las Lebacs y Nobacs, instrumentos de corto plazo, que son licitados por el Central a los bancos, con buenos rendimientos, y que les absorben liquidez que podría aplicarse a créditos. Esta operatoria está relacionada con que un sobredimensionamiento del efectivo líquido en bancos y clientes podría derivar en distorsiones (aumentos de precios, demanda de divisas, etc.) que se quieren evitar. El tema es que el central paga intereses elevados por estos instrumentos (que es el costo de absorber emisión). Lo cual redunda de alguna manera en los niveles de las tasas de interés de todos los segmentos. En los últimos tiempos el ritmo de estas colocaciones bajó bastante.

-segundo, el Central, a partir de la reforma de la carta orgánica planea un cambio drástico en la intervención sobre la liquidez de los bancos con intenciones de conducirla. El cambio comienza por la decisión de no tomar en la cuenta de efectivo mínimo el dinero en caja de las sucursales, o en tránsito de caudales, sino sólo el que se encuentre depositado en cuentas a la vista en el Central. La aplicación directa  de esta medida (retrasada mediante circular, para evitar complicaciones) le quitaría bastante liquidez a los bancos. El segundo paso sería la diferenciación de los requisitos de efectivo mínimo de acuerdo a la composición de la cartera de créditos (o sea, darle mayor liquidez al banco que preste de acuerdo a criterios estratégicos de fomento de la producción). Algo de muy difícil implementación.

-tercero, la buena liquidez de los bancos no deja de plantear dudas respecto de la existencia de un espacio propicio para el accionar de entidades financieras de crédito fácil, sin permiso para la captación de depósitos que hacen enormes ganancias mediante el cobro de tasas usurarias a personas demandantes de crédito sin acceso al mercado bancario. La tasa pasiva de estas entidades es la activa de los bancos. Por lo tanto, su tasa activa termina casi duplicando aquella. Estas entidades, en el sistema de créditos, terminan ejerciendo un rol de absorción de liquidez muy regresivo: hacen notables ganancias restándoles poder adquisitivo a actores sin acceso al sector de crédito "formal".