miércoles, 20 de junio de 2012

El Estado debe intervenir para paliar las fallas del mercado. Y sí, para eso lo crearon los burgueses, sin ir más lejos


Suele hablarse bastante seguido respecto de los rescates financieros europeos. El último en despertar comentarios de todo tipo es el ejercido por la comunidad europea contra España. Se achaca, casi con naturalidad, que los fondos inyectados sean "para los bancos". No sé me ocurre para quién esperaríamos que fueran.

La realidad es extremadamente compleja, y las explicaciones de la misma no pueden escapar a la simplicidad. Pero, con límites.
La economía española, sobre todo a partir del ingreso de España a la Unión europea y la suscripción al euro, quedó organizada en torno al sector terciario, en el que destaca la competitividad de su sistema financiero.
A costa de convertir a españa en un país con una moneda fuerte su población obtuvo un poder adquisitivo altamente demandante, al tiempo que los sectores productores de bienes tenían pocas posibilidades de prosperar en un país donde la producción es cara (justamente porque su moneda es fuerte). El sesgo hacia la salida de divisas que tiene una economía organizada a partir de estos pilares, determina la necesidad de generar ingresos de divisas que compensen.

Entonces, con un sesgo fuertemente importador que hacía que salieran muchas más divisas que las que ingresaban, España necesitaba crear productos atractivos que promovieran un ingreso de divisas paralelo para financiar el consumo de su población (y como veremos, también la rentabilidad del sector rentistico).
Así en los directorios de los bancos, España creó su propia soja: los atractivos productos financieros que atraerían recursos a los bancos que operarían en todo el mundo y remitirían utilidades formidables.

Entonces, una economía asentada estructuralmente en la generación de recursos por parte del sistema financiero, y que debe por tanto multiplicar de la manera más imaginativa posible los productos que generan esa renta, termina desbalanceando el riesgo y la generación genuina de recursos. Se cortan las cadenas de pagos, el sistema financiero pierde credibilidad, y la soja española desaparece. Por eso los rescates son a los bancos. Son (los bancos) el único sector de la economía española (del cual están abrochados casi todos los españoles además, y también el resto del sistema financiero europeo) al cual se puede financiar para sostener el status quo.

La modificación de ese status quo no podría venir nunca desde afuera de España. La única herramienta que existe en materia monetaria para salir de esta situación es el reemplazo del euro por una moneda propia, con consecuencias drásticas, pero tal vez necesarias para la salida del círculo vicioso.

Y en el medio están los estados. Vaya a saberse por qué accidente conceptual mucha gente anda convencida de que frases como "cuando el mercado falla tiene que intervenir el estado" o "el estado está para cubrir los espacios que los privados no cubren" son afirmaciones "de izquierda".
Bueno, en realidad son afirmaciones de derecha. El estado es una creación burguesa, atenta justamente a esta situación: la necesidad de tener un garante de última instancia para la rentabilidad privada, y que asuma los rigores de los déficit generados en las deficiencias del sector privado. Una entidad que vuelve de interés público cualquier saldo deudor corporativo.

Es lo que pasa en España cuando falla el sistema financiero (la soja española): el estado garantiza la toma de deuda necesaria para cubrir los déficit e ingresar las reservas necesarias para sostener el circulante.
Lo que pasó en Argentina durante la convertibilidad: el estado vendía activos primero o tomaba deuda después para financiar el ahorro en dólares de los particulares.
Lo que pasó en Argentina en 2002, cuando se emitieron títulos públicos para devolver los ahorros dolarizados por las facilidades de la convertibilidad, y fugados por las remisiones de las entidades bancarias y empresas de servicios públicos, que financiaban (mire usted qué cosa) la expansión crediticia que "engrandecía" a España (entre otros).
Y es lo que pasa en algunos aspectos en el sistema energético nacional en la actualidad.

Perdón por desempolvar, justo el día de la bandera, el "sucio trapo rojo".

6 comentarios:

Anónimo dijo...

No entendi muy bien el post. O sea, discutis si que el Estado intervenga o no en ultima instancia, es una cuestion de izquierda o derecha?

Igual te digo, que si discutis con un ultraliberal, el estado no deberia intervenir en ningun momento.

Y la frase el Estado es una creacion burguesa, me hace un poco de ruido, pero bueno, eso ya es otro tema...

Mariano Grimoldi dijo...

Anónimo: como partidario acérrimo del pragmatismo (bueno, no; acérrimo no, obviamente estoy exagerando mucho), le doy poca importancia a si las acciones u opiniones son de izquierda o de derecha (igual que vos, por lo que entiendo). Pero por eso mismo me parece que no es necesario golpearse el pecho revolucionario porque (por poner un ejemplo) Mario Blejer diga que cuando el mercado falla tiene que intervenir el estado. Ni tampoco crear una sociedad anónima del estado con participación estatal del 51% me parece que sea una revolución (aunque sí algo coyunturalmente necesario desde mi modo de ver). Mucho menos alegrarse de que el garca más grande del mundo compre un pedazo de la rentabilidad futura de la empresa. Digamos, me parece bien todo eso. Lo que no me parece bien es venderlo como la revolución socialista que hace temblar al mundo capitalista.
Y el estado nacional tal como lo conocimos nosotros, por cuestiones generacionales, es una creación histórica de la burguesía y su ascenso al poder. La génesis de las prácticas estatales, administrativas, está ubicada históricamente en el ascenso burgués y la consolidación de su poder a través de la universalización del modo de acumulación capitalista, y como partícipe necesario del proceso.
Saludos

Fede dijo...

saltando la cuestion historica del ascenso burgues (algo que todavia se discute en que forma sucedio). Coincido que pensar que la intervencion estatal en la economia es de izquierda es una idiotez, pero creo que en ultima instancia el tipo de intervencion es lo que define en que lugar del arco politico estamos parados o lo que es mas importante a quien se favorece (efectivamente) con las medidas. El hecho de que el sector terciario en su conjunto o el financiero sean los mas importantes en la economia española no los hace los unicos.

el pincha dijo...

me repito para no andar sobre usando las palabras...excelente

uno dijo...

Creo que no hay que olvidar de dónde venimos para tildar tal o cual cosa de izquierda o derecha. En plena vigencia de la URSS medidas como la toma de control de YPF podían tildarse de izquierdismo, enfermedad infantil del comunismo y todo eso, pero venimos de muchos años de neoliberalismo duro. En este contexto es triste pero medidas como esta, y mucho menos revolucionarias, se pueden considerar de izquierda.

uno dijo...

Un razonamiento parecido se puede hacer sobre el rol del estado. Si comparamos el estado feudal con el burgués, sí, nuestro estado es una herramienta formidable de la burguesía. Pero si tenemos en cuenta todo lo que pasó en el siglo XX, el estado también puede verse como la única herramienta de los pueblos para no pasarla tan mal frente a la burguesía.