lunes, 31 de enero de 2011

"Crecer era fácil"

Discurso del hijo de Alfonsín, el viernes. Frase sorprendente.

"Desde 2003 era imposible no crecer. Aún haciendo las cosas mal en materia económica, como las hicieron, era imposible no crecer".

Hubieran avisado antes, si es que antes realmente lo sabían y no opinan así con el diario del lunes escrito y publicado.
En mi caso, y por lo que la memoria me permite, tengo la noción que desde 2004 se vaticinó que ese (el que fuera) era el último año de crecimiento (que hasta allí, aparte, se revelaba sorprendente).
Primero, porque el default nos iba a costar que toda la comunidad internacional nos diera vuelta la cara. Después porque cuando empezáramos a pagar de nuevo la deuda no íbamos a contar con el excedente de divisas que motorizaban el crecimiento de la economía.
Más tarde, nuestra mala relación con los organismos multilaterales de crédito nos iba a dejar sin inversión (extranjera, directa). No teníamos "seguridad jurídica", los precios de los commodities no iban a durar para siempre, nos íbamos a quedar sin energía, la inflación iba a detener el consumo, la sequía iba a frenar al campo y con ello nos iban a faltar divisas y no teníamos crédito internacional.

En fin, desde 2004, estamos ante el último año del golpe de suerte kirchnerista que nos permitió crecer un poquito.

Y ahora resulta que era tan fácil crecer que hasta con un gobierno radical lo hubiéramos hecho.

Andá.

La ilustración pertenece a los compañeros. Gracias, si necesitan algo, avisen por favor.

domingo, 30 de enero de 2011

...

Cita Susana Viau:
Nunca menos/ que esas risas desdentadas/aguantando la parada/que supieron conquistar/Nunca menos/que un enjambre de morochos/arruinándoles la foto/a los que no vuelven más
Y no es casual que elija esas líneas.
Nos envidian la épica. Falsa, fingida, culpable de encubrimiento de negocios personales o de revivir enconos de antaño. No importa.

Nos la envidian.
Y nos envidian los símbolos, los mitos, esa capacidad innata de convertir a la política en una poética, a la historia en una mitología.

Algunos creyeron (y festejaron con discreción) la supuesta derrota inferida por el nada eufórico posmodernismo.
Esos, odian nuestra módica épica criolla.

Porque saben que es garantía de victoria. No en las elecciones, eh. Las elecciones se pueden perder. Pero eso es apenas coyuntural.

Un día vino un flaco de Santa Cruz y nos devolvió ese tesoro que creíamos perdido. Y todo lo demás es anécdota. Importa poco.

Nunca menos.

Los desvaríos de Joaquín, frente a la cordura de Susana

Este es el primer párrafo del panfleto ideológico que publicó hoy en La Nación Joaquín Morales Solá:
Barack Obama no vendrá al país. La decisión del líder nor-teamericano de ver la Argentina sólo desde el aire, cuando vuele de Brasil a Chile, explica las relaciones del país con el mundo y no exclusivamente con los Estados Unidos. La era kirchnerista será recordada, en el plano de las relaciones exteriores, como la del aislamiento argentino. No sólo se tendrá memoria de ella por eso; también será evocada por el desmesurado poder transferido al sindicalismo (sobre todo a la familia Moyano), que desató en los últimos tiempos una borrachera de violencia, crímenes y corrupción como no se veía desde hacía mucho tiempo. En ese contexto, se inscribió también el omnipresente conflicto del verano: el tráfico internacional de drogas con origen en la Argentina, que ventiló, más que otra cosa, la porosidad del Estado y su complicidad con los estragos de ese delito.
Después de leerlo, puede ser un ejercicio interesante visitar a Susana Viau, indignada porque los medios públicos (como Canal 7) actúan como tribunas oficialistas. Lo hace, sabemos, desde un medio en el cual se ejerce la neutralidad informativa a rajatabla.

Sería bueno  vincular ambos fenómenos (el oficialismo de los medios públicos y la utilización desaforadamente opositora de los espacios de comunicación privada) y contextualizarlos con las condiciones de disputa de intereses económicos, que afectan a la distribución de la renta, y a los intentos de concentración de la misma sin intervención estatal, para concluir, tal vez, que ambas cosas se complementan casi a la perfección.

Es demasiado pedir "neutralidad" al medio público, ante una escalada de violencia verbal (para decirlo en términos de Morales Solá) como la que el citado lleva a cabo dominicalmente. Porque lo que prima, siempre, es el instinto de supervivencia, y como un subproducto de éste, la autodefensa. Con lo que haya a mano. Hasta el derecho penal contempla este principio.

Para decirlo en términos más sencillos: Susana Viau, andá a llorar a la iglesia.

sábado, 29 de enero de 2011

Medio ambiente

El discurso medioambientalista, adoptado por la "nueva izquierda", que se caracteriza por ser bastante amigable con los capitales concentrados y los intereses imperiales, es un discurso que a algunos (pocos) no se nos muestra convincente.

El primer "malestar" que provoca, quizás, es el de revelarse como verdad de facto, sin mediar justificación más o menos racional. Quiero decir: al "defensor del medio ambiente" se le exige menor contenido argumental que al que se le opone. Injustamente, creo.

O tal vez el "malestar" sea provocado porque encastra demasiado bien (el discurso ambientalista) con la reproducción del régimen de división internacional del trabajo (y de la distribución de la renta que este genera).
El "cuidado del medio ambiente" termina siendo, a veces, el argumento que necesitan algunos para justificar (sin explicitarlo) que los pobres se dediquen a las actividades que los empobrecen y no disputen la renta a los ricos (que tanto contaminaron el medio ambiente en su enriquecimiento que ahora necesitan que alguien lo cuide por ellos).

Todo esto no debe, empero, negar la existencia del problema. Ni desoír argumentos que se contradicen con los anteriormente expuestos. Ya que muchas veces las actividades señaladas como contaminantes, sin complementación de cadenas productivas que agreguen valor, pueden convertirse también en garantía de que se mantendrá el status quo que vincula poblaciones ricas con poblaciones pobres.

Por eso, nos parecería apropiado aprovechar la coyuntura de tener un excelente cuadro político como Secretario de Ambiente para dotar a la disciplina de un discurso nuevo. Que no niegue la problemática, pero que tampoco se someta al "medioambientalismo" livianito, establishment-friendly.


Ese discurso no puede estar desligado de las políticas desplegadas en materia de producción (desarrollo productivo) y ciencia y tecnología. Políticas que, a su vez (todos sabemos), se deben  mantener en línea directa con las áreas sobre las que tienen injerencia el Ministerio de Trabajo y de Economía.

Un medioambientalismo de derecha, si se quiere. Pero de derecha pejotista, que no suele ser tan amigable con el establisment imperial.

jueves, 27 de enero de 2011

Al fondo que hay lugar...


Dice Clarín de hoy, en tapa: Hubo récord de subsidios para electricidad, gas y transporte.

Exacto, señora. Ese es el esfuerzo que hace todos los años el Gobierno para que usted no tenga que pagar más, ni de luz, ni de gas, ni de transporte.

Gracias Clarín por la propaganda. Un gusto, che.

Y ahora que estos también elogian a Cristina, podemos reafirmar lo dicho: somos amplios, este colectivo es amplio (y con boleto subsidiado por el estado Nacional).

Hay lugar en el fondo, subiendo por la puerta de atrás...

Cada vez más parecido a 2001


Siguiendo con la tónica que le imprime el diario La Nación a las notas de Hernán Lacunza, decimos que nos parece que el país se encamina a una situación similar a la de 2001.

El Racing Club de Avellaneda, sin ir más lejos, arranca el torneo Clausura (único que se disputará completo este año) con serias chances de pelear el campeonato. Si bien su técnico no es Mostaza Merlo, sino Miguel Ángel Russo, es evidente que ambos, en su época de jugadores, se desempeñaban en la misma función (de "centrojas" o volante tapón, en aquellos tiempos) y tenían características de juego similares.

Para seguir con las similitudes: en el Apertura 2001 Racing cerró su participación en la cancha de Vélez, igualando 1 a 1 con el local, y coronándose campeón simultáneamente. Este torneo le toca cerrar ante el mismo rival y en el mismo estadio.

De confirmarse esta situación (que Racing protagonice la competencia), cosa bastante probable a la luz del nivel exhibido por su máxima figura, el polémico colombiano Moreno, el país estaría en condiciones de vivir una situación que no vive desde 2001: Racing peleando la punta y, eventualmente, saliendo campeón.

miércoles, 26 de enero de 2011

Lacunza se quedó en el 2001

Hernán Lacunza escribe una buena nota en La Nación de hoy. Con un título que se destaca por su sensacionalismo, sin embargo, y su mala fe.

Parece que desde ciertos sectores se retoma para este año el pronóstico del fin del superávit de cuenta corriente. No fue 2009, tampoco 2010. Confiaremos en que sí ocurra en 2011.

Lo primero que se destaca para abonar esa hipótesis es la reducción del superávit comercial durante 2010 (situación que se transformaría en tendencia de largo plazo). Sin embargo, recordamos que el altísimo superávit comercial de 2009 estuvo apuntalado por una reducción de las importaciones, en rubros como bienes de capital, o bienes intermedios. Esa reducción de importaciones, lejos de ser leída como una buena noticia, significó en aquel momento, uno de los "hits" del augurio de la próxima catástrofe. Porque equivalía a baja en la inversión, motivada por la crisis internacional.
Entonces, superado ese momento, en 2010 las importaciones dieron un salto muy grande, a tono con el crecimiento de la economía. Pero no sería lógico que mantuvieran ese ritmo de crecimiento en 2011 (en cuanto a incremento porcentual), porque el piso de comparación (2010) no va a ser tan bajo como el del año pasado (2009).

En resumen, si el incremento del superávit comercial en 2009 ("sorpresivo" porque tipos como Brodersohn vaticinaron exactamente lo contrario) no era una noticia para alegrarse, tampoco conviene exagerar con el pesimismo por una reducción, simétrica con aquel incremento, que se dio el año pasado.

Lo que no deja de ser sorprendente es que los mismos (pero exactamente los mismos, eh) que subestimaban los efectos de una hipotética apreciación cambiaria, y que recomendaban dejar que bajara el dólar para frenar la inflación, allá por 2006 y 2007, hoy estén tan preocupados por los efectos que la inflación tendría en el tipo de cambio real, y por ende en los sectores productivos que más empleo generan.

Por último, Lacunza también se la agarra con el tema "destinos de nuestras exportaciones". La diversificación de destinos era algo deseable hasta hace poco. Pero parece que hoy, que es una realidad, ya no. "Preocupa", entonces, que nuestras exportaciones a "mercados exigentes" como el NAFTA y la UE pierdan terreno (en términos proporcionales; en términos absolutos no se reducen, aumentan), y que ganen terreno nuestras exportaciones a África del Norte, Sudamérica y países emergentes.
Lindo tema para discutir. Pero, ojo, con buen fe.

domingo, 23 de enero de 2011

Uy Dios, qué propuesta...

Bajar las velocidades máximas en la Ciudad de Buenos Aires. Es lo que propone el Gobierno de la Ciudad.
O sea, enlentecer más aún el tránsito porteño.

Esto implicará, aparte, una reprogramación completa de los tiempos de los semáforos, por ejemplo. Que es un tema en el que el Gobierno de la Ciudad viene flojito. Lo cual es decir bastante, no? Tener problemas con las inversiones para mejorar la capacidad productiva de combustibles, qué se yo, es un problema de fuste. Ahora, no poder coordinar aceptablemente los semáforos, equivale a ponerse un cucurucho en la frente, en materia de "gestión". Al que se le sumaría, con este cambio, tener que hacerlo mientras se mastica chicle. Todo un desafío para los jóvenes enterpreneurs PRO.

Más allá de eso, la medida surge, supongo, de evaluar (supongo!!!) que la velocidad es la causa principal de los accidentes de tránsito. Una explicación demasiado sencilla, y con medidas correctivas demasiado simples, como para ser cierta. Analizar cualitativamente y no solo cuantitativamente y de manera lineal el tema sería, soy consciente, pedir demasiado.

Un tema a tener en cuenta será el control que se ejerza sobre el cumplimiento de los nuevos límites de velocidad. Una fuente de recaudación muy interesante para el GCBA puede constituir la medida "de seguridad vial". So pretexto de estar trabajando en la prevención del flagelo de los accidentes de tránsito, la maquinita recaudadora labura a full.
Eso pasa por no dejarle aumentar el inmobiliario. A ver, muchachos, tan cancheros que son para hablar de "impuesto inflacionario". Y del "impuesto accidentológico" nadie dice nada?

sábado, 22 de enero de 2011

El debate que conmueve a las multitudes: la interna porteña

Se habla del tema en la cola de las verdulerías (lugar en el que no se hace cola, y a pesar de ello es casi nulo el nivel de conflicto por la apropiación de lugares; evidentemente algunas convenciones sociales informales funcionan bien). Decí que no hay futbol, si no, en las tribunas los hinchas usarían el entretiempo para debatir estas cuestiones.
En fin, que no por pasar inadvertido ante las mayorías el tema deja de ser importante.

Se le achaca a Filmus (y al sector progresista que representa) la sucesión de derrotas sufridas en la CABA por el oficialismo nacional. Derrotas que incluyen la presentación de Bielsa, digamos, en épocas sonrientes para la imagen de los Kirchner en cuanto a popularidad, obteniéndose un emotivo 3° puesto, con el candidato multi-jurisdiccional.

Es injusto, creo, pasarle facturas al ex-ibarrista Filmus, por las derrotas, que son históricas para el peronismo y sus vertientes afines, en la ciudad de Buenos Aires.

Lo que no es injusto es hacerle pagar el costo de haberse "resguardado" en los "malos momentos". Me refiero a 2009, época brava para sacar la cara por el kirchnerismo, en que dicen las ¿malas? lenguas que Filmus habría declinado su candidatura para cumplir "su mandato como senador", ganado en elecciones en 2007. Su mandato no concluye en 2011, sino en 2013, de modo que aquel viejo pretexto vale también para el momento actual.
No pagaste el costo de haber puesto la cara (porque no la pusiste). Es lógico que te hagan pagar por haberte resguardado. Qué se le va a hacer.

Así y todo, me sigue pareciendo, con ojos de simple observador, el que más chances tiene de ganar de los que andan dando vueltas. De ser así, si como nos "enseñaron" lo único que importa es ganar en 2011, habría que guardarse la factura para otra oportunidad, y aceptar al candidato mejor posicionado. Otra forma de "tragar sapos", digamos.
Pero reitero, no hay certezas de que Filmus sea el candidato con mejores posibilidades. Solamente presunciones.

Y hablando de "tragar sapos", tener que votar a un tipo que se llama Amado, pero se hace llamar "Aimé"... Bueno, sería peor votar a uno que cuando la hace pegar en el fleje, jugando al ping-pong te dice "sory". En fin. Mucho más no hay.

viernes, 21 de enero de 2011

Redrado y el pago con reservas

En el blog Los tres chiflados, Larry publica una comparación, hecha por Matías kulfas para Ámbito, entre la estrategia de pago de deuda con reservas, seguida por el Gobierno en 2010, y lo que llama Plan Redrado, en alusión a la alternativa que planteaba el presidente del BCRA de entonces, en rebeldía.
Concluye, así, que con la estrategia seguida por el gobierno el país se ahorró casi 1.000 millones de dólares.

Algunos discuten el número final porque dicen que Kulfas calculó la refinanciación de deuda al 15%  y que en ese momento los bonos argentinos estaban en un rendimiento del 10 al 12%. O sea, pudo haber sido un poco menos de los 1.000 millones el costo de refinanciar. Igual, la comparación del aspecto financiero es netamente favorable a la estrategia de pagar deuda con reservas.

El cuestionamiento más atendible, sin embargo, radica en la inclusión en el cálculo del "costo de la inflación". Redrado mismo se pavoneó por los canales de cable hablando (con pose de triunfador) acerca de que el pago con reservas había generado la inflación que "golpea el poder adquisitivo de los trabajadores".

Veamos un poco más. Primero, recordemos que Redrado fue presidente del BCRA durante 2007 y 2008, años de inflación elevada (aunque sin pago de deuda con reservas). Y que en 2009 también ocupó el mismo lugar, año en que la inflación fue un poco menor, pero seguramente por efecto de la crisis internacional que impactó de lleno en el precio de los alimentos y también en los niveles de expansión de la economía nacional, y no de sus "políticas contracíclicas" que con tanto ahínco pregona hoy.

Digamos, independientemente de las posturas más o menos monetaristas, Redrado no tiene autoridad para hablar de la inflación de nadie

Más allá de esto, el razonamiento de Redrado (que tratamos de adivinar) sería:

La recomposición de reservas del BCRA (hoy están por encima incluso de antes de usar los 6.500 palos en pagar deuda) se llevó a cabo sin concurso del ahorro del Tesoro (que no necesitó ahorrar pesos para comprar dólares y cancelar deuda, porque tomó los dólares del BCRA a cambio de una Letra). Corrió por cuenta de la emisión del Central, que de esa forma estaría financiando indirectamente el gasto público (supliendo con pesos emitidos lo que podía provenir de ahorro fiscal). Esta política, de compra de dólares, es fundamental para mantener el tipo de cambio en niveles de competitividad

Sin embargo, en la hipótesis de que se hubieran refinanciado vencimientos no está incluido tampoco ningún tipo de ahorro fiscal. Cuestión sobre la que Redrado, digamos de paso, no tenía ninguna injerencia.

El punto clave para desentrañar la cuestión pasa por saber qué hubiese hecho Redrado con los dólares ingresados al país que el Tesoro no compraría con ahorro genuino. ¿Los hubiera comprado a través del BCRA? ¿O hubiera propiciado una baja del tipo de cambio y un incentivo lógico a la compra de dólares baratos por parte de particulares con motivo de fuga?
En ese caso, las reservas no hubieran mermado por el pago de deuda, pero tampoco hubiesen crecido posteriormente como crecieron.

En ese esquema "anti-inflacionario" que permite entrever Redrado en sus exposiciones, las transferencias desde el sector productivo y desde el empleo al sector rentístico y financiero hubieran sido muy grandes.
Desde allí le hubiesen agradecido los servicios, y no justamente por cuidar "el poder adquisitivo de los trabajadores".

Un problema adicional en el caso del trigo

Ya tratamos el tema en varias entradas.
En todas, haciendo foco en la necesidad de resolver el conflicto político, garantizando el cumplimiento de los objetivos de mínima.

Sin embargo, quedó fuera de análisis un elemento muy importante: el precio internacional.
La tendencia del precio internacional del trigo es ascendente. Con retenciones fijas en 15%, el aumento porcentual se traslada directamente al precio interno del producto (al FAS teórico).

En parte, ese aumento es el que las exportadoras y los molinos sustraen al productor, pagando por debajo del precio FAS.

Lo que denuncia el esquema actual (y el actual estado de situación) es que el Estado ha perdido (principalmente por el conflicto de 2008) la potestad de intervención sobre el precio del bien. Esto da como resultante que los molineros y las exportadoras hayan asumido un rol que el Estado no puede cumplir (incluidas las cooperativas que responden a FAA y Coninagro, que tampoco respetan el precio FAS). Y estén quedándose con un excedente que apenas parcialmente usufructúan los consumidores.

De modo tal que las intervenciones deben pensarse también en función de la recuperación de tal potestad.
En ese sentido, la idea de la Junta Nacional de Trigo, con carácter de comprador privilegiado al que se le reserva por anticipado determinada cantidad de toneladas, representa también la intención de cumplir con el objetivo citado al principio: influir de manera decisiva, desde el Estado, en la conformación del precio interno, desacoplado del internacional, y poder monitorear márgenes sin necesidad de allanar oficinas y revisar papeles, sino simplemente interactuando con los jugadores del negocio.

jueves, 20 de enero de 2011

La Junta Nacional de Trigo y las relaciones entre el poder político y el económico.

Hace poco me sumé a la idea de crear una Junta Nacional de Trigo, para cumplir con el objetivo de garantizar el abasto del producto en el mercado interno, sin recurrir a los cupos y permisos de exportación, que desvirtúan el desenvolvimiento del mercado generando trastornos de tipo político importantes. Trastornos que, en año electoral, para el partido gobernante es altamente recomendable evitar (y a bajo costo). 


La medida, aparte, significaría ganancia política neta en algunos ámbitos, más no fuera que como simple consigna.
Digo, sea cuales fueren las consecuencias reales de la creación de la JNT, la sola mención de tal institución despierta "suspiros" en algunas plateas.


Por supuesto, quienes no se dejan vender "espejos de colores" reconocieron rápidamente los límites de la entidad tal como la proponía. Una entidad que acompañara el proceso de formación de capital en el sector, disciplinando un poco la disputa por la renta entre los distintos eslabones de la cadena. 
No más que eso. Administración de la puja distributiva, intra-clase burguesa, manteniendo a resguardo las concesiones de mínima al resto de la sociedad (abasto del producto, a precio apto para el poder adquisitivo medio).


Decía, entonces, que varios comentaristas enseguida acudieron a correr esos límites, incorporando funciones a la hipotética entidad. Y dándole un carácter mucho más revolucionario que el propuesto por mí en un principio.
Entonces, encontré esta cita de Abel Fernández:
"En cuanto al tema central, las relaciones entre el poder político y el económico: Tiendo a pensar que, en el mediano y largo plazo, una nación, para ser viable, no puede permitirse una hostilidad implacable entre ambos. El poder político debe ser el que traza los objetivos, y procurar lo que se llamaba “el bien común”, pero manteniendo una relación razonable de colaboración mutua con el poder económico. Que no es realista pensar que puede ser reemplazado o cooptado por amigos. Además, éstos siempre tratarán de ser amigos de cualquiera que tenga el poder."
 Es complicado el equilibrio (mantenerlo, digo) cuando se tironea desde tantas puntas.


Desactivar conflictos no siempre es equivalente a resolverlos de modo definitivo (tal vez, ningún conflicto tenga resolución definitiva: todo acuerdo conlleva renuncias, cesiones, deposición de actitudes, más coyunturales que definitivas).

miércoles, 19 de enero de 2011

Los vaivenes en el mercado de la carne

Hoy por hoy (y no sé por cuánto tiempo) los precios de la hacienda en pie tienden a retroceder.
El consumo interno se estancó, las exportaciones vienen en retroceso, y los frigoríficos están con stock.

La lógica salida "de mercado" a esta situación es una baja de precio que estimule la demanda y revierta esa especie de overshooting que se dio cuando el punto álgido de la escasez de oferta llevó los precios por encima del equilibrio de largo plazo.

Una buena oportunidad para demostrar que las leyes de mercado funcionan, de ida y de vuelta.

Si no, al ejemplo "de manual", tan promocionado, sobre la intervención del Estado arruinando un mercado que funcionaba bien y qué sé yo cuántas cosas más, le va a faltar unas páginas.

El kirchnerismo es un peronismo

Omar siempre remarca que el "kirchnerismo" es un avatar como cualquier otro del peronismo. Ni más, ni menos.
De alguna manera, la misma postura de Artemio, cuando se pelea con Sandra Russo y su idea de que "el kirchnerismo es una superación del peronismo".

Pero leer a Tomás nos obliga a todos a volver a pensar.

Porque nos demuestra, con definiciones magistrales, que el kirchnerismo es un sujeto colectivo cuya construcción está en proceso. Se hace y se rehace de la mano de la reflexión.
Y su aliado, para la mitología nacional, es el tiempo.
El tiempo, que es el único elemento realmente revulsivo de las estructuras tradicionales que existe.

Pronto (antes de que nos queramos dar cuenta) serán mayoría los que conozcan al peronismo exclusivamente por su avatar kirchnerista. Como en algún momento fuimos mayoría de golpe, los que reconocíamos al peronismo a la luz del avatar menemista.

Omar dice que la "izquierda peronista" está en proceso de expansión hacia adentro del movimiento, y que ha revertido su función de "catapultar compañeros" (al que agarraba por ahí cerca, lo mandaba lejos del peronismo). Esta metáfora, se explica bien por el dato histórico que señalo. No es casual que el kirchnerismo contenga hoy a tantos jóvenes (?) de entre 30 y 40, otrora "progresistas" (y a falta de algo mejor). Es que para esas generaciones peronismo fue durante un tiempo, igual a menemismo. Y no se esperaba algo distinto de él.

Las cosas van cambiando y, mientras los teóricos se ocupan de adivinar el pasado, lo mejor es no pelearnos.

martes, 18 de enero de 2011

Trigo

La situación que se presenta en el mercado de trigo genera problemas. Punto.
Después vemos cuales son las causas, las consecuencias, quién es el malo y quién el bueno.
Pero lo cierto es que una herramienta (cualquiera) antes que nada debe ser eficaz. Si no lo es, algo hay que revisar.

Las exportadoras y los molineros no respetan el precio FAS teórico (precio internacional, menos retenciones, fletes, seguros, etc.), y les pagan menos a los productores por el trigo que éstos cosechan. Eso, al menos, dicen los productores. A pesar de que los molineros reciben subsidio directo de la ONCCA por cada tonelada de trigo que compran a precio FAS. Por ahí las operaciones son en negro. Puede ser. Debe haber muchas así. Pero si los molineros deciden comprar en esas condiciones aún cuando pierden el subsidio, será porque la ecuación les resulta más beneficiosa... Y, entonces, volvemos al punto inicial: la eficacia.
Porque hay que recordar un ítem: el precio FAS teórico lo regula el Estado. Debe promover, entonces, su cumplimiento.

Poco importa si los productores "prefieren" pelearse con el gobierno y demonizar las intervenciones del Estado en el mercado, en lugar de pelearse con sus compradores ( que se valen de su posición "oligopsónica" para vacunarlos). Eso lo discutimos después.

El punto es que, sea como sea, y le demos las explicaciones que le demos, el esquema actual no es eficaz. Hay que meter mano.

Los objetivos declarados de las políticas oficiales son 3:
-garantizar el abasto de trigo que se consume internamente.
-desacoplar el precio interno del producto (y por añadidura de los obtenidos de su procesamiento) del internacional, manteniéndolo más bajo.
-garantizar un precio de materia prima acorde a su procesamiento fronteras adentro en situación de competitividad (mantención y creación de fuentes de trabajo)

En este cuadro, se mezcla después la puja por la renta que se establece al interior mismo de la cadena, entre productores, acopiadores, operadores, exportadores, molineros, etc. y también los diferenciales con que trabajan las industrias a partir de lo que les salen sus materias primas.

Entonces, las retenciones pueden seguir, como mecanismo para fijar el FAS teórico. Y para garantizar el abasto de trigo al mercado interno, se puede disponer que sea el Estado el que compre las toneladas que se calculen necesarias.

Esto es: Junta Nacional de Trigo. Que se adjudica a FAS teórico 6 millones de toneladas (supongamos) por campaña y que les vende después a los molinos (el mecanismo para colocar esas toneladas a los molineros también puede ser pensado con un criterio de ordenamiento del mercado). El diferencial entre el precio FAS y el que paguen los molinos a la Junta equivaldría al subsidio que actualmente cobran directamente los molineros (y que recibirían igual, pero de manera indirecta).

Los excedentes, se los disputarían las exportadoras, ya sin ROEs, que les autoricen las operaciones.

Además, la Junta de Trigo podría incidir sobre la clasificación del grano y el mejoramiento de las calidades.

¿Hacia dónde se trasladarían los problemas? Primero, como siempre, al mercado negro. Aunque el productor no tendría mucho incentivo para vender allí, debido a que recibiría un precio menor.

Segundo problema: el Estado seguiría fijando el precio FAS, distinto del FOB (y bastante más bajo por efecto de las retenciones), lo cual seguiría provocando reclamos "anti-intervencionistas". Lo único que cambiaría es la utilización de un mecanismo para que se respete.

Tercer problema: la absorción en esta nueva entidad de funciones que hoy desempeña la ONCCA, además de algunas otras que lisa y llanamente desaparecerían.

lunes, 17 de enero de 2011

Olmedo

El personaje no merece que se lo tome demasiado en serio.

Me refiero al diputado salteño, hijo del "rey de la soja", al que "papá" becó en las huestes políticas de Romero, imagino que para que no rompiera las bolas en los negocios familiares. De apellido muy querible para los argentinos, este último "paganini" relativamente famoso que se consiguió la devaluada Rocío Marengo, encarna el prototipo del tarambana. Nadie puede representar tal apelativo con mayor eficacia que este señor.

Resulta que el tipo suele tener definiciones que se inscriben en el moralismo.
Aprovechando la situación alguien algua vez le preguntó si no era una contradicción su defensa cerrada de la familia "tradicional" y su condición de divorciado. Ante el titubeo del diputado, al entrevistador se le ocurrió consultarlo por la postura que había tomado frente a la famosa "ley de divorcio", en épocas de Alfonsín. La respuesta fue: "no me acuerdo, era muy joven". Es cierto, calculo que para ese momento (1987) el susodicho tendría recién cumpliditos los 21. Demasiado joven para tener opinión formada. Lo que se dice, un político vocacional.

La última "humorada" del tarambana (perdón por la repetición, pero, es el término que se le ajusta de manera perfecta) es su "creativo" slogan de campaña: "No vote al pedo... vote a Olmedo".

Igual que la selección de Maradona, deja todos los espacios para agarrarlo de contragolpe. ¿Cuánto tardará algún adversario para, con foto de Olmedo con campera amarilla, parafrasear en un afiche: "No vote al pedo...vote al sorete".

viernes, 14 de enero de 2011

Petrobras (seguimos reflotando viejas entradas)

Hablamos de energía. Y, por supuesto, en petroleo y gas, Brasil surge siempre como referencia. El caso de Petrobras es paradigmático, como sociedad del estado que invierte estratégicamente. A continuación, una simple opinión sobre el tema, de agosto de 2009.




Petrobras es una empresa estatal brasilera, a la que generalmente se postula como modelo de eficiencia. Por varias razones. Primero porque se dedica a una actividad considerada estratégica (energía: petroleo y derivados, y gas). Segundo, por su posición dominante, que permite al Estado el control del mercado y la apropiación de la renta que pudiere generarse. Tercero, por su fortaleza financiera en la que se cuenta el rendimiento de sus acciones. Cuarto, por su capacidad inversora fronteras afuera de Brasil, en igualdad o superioridad de condiciones respecto de firmas privadas.



Una empresa que acompaña el proceso de desarrollo estratégico de Brasil activamente.


Uno de los últimos grandes logros que se le puede atribuir es el descubrimiento de una cuenca petrolera en la plataforma submarina del país vecino. Las acciones desplegadas en torno a la posibilidad de ejercer el control de esta fuente de recursos estratégicos en detrimento de los intereses de empresas multinacionales privadas ha despertado el interés de grandes medios internacionales, últimamente.


Pero lo que nos interesa es ver cómo ha hecho Brasil para descubrir semejante cuenca petrolera, que le brinda a futuro semejante beneficio, gracias al accionar de semejante empresa, que se pelea con sus ex-socios (ejem) por el usufructo del recurso (poniendo en riesgo -qué irresponsables- el abastecimiento de sus propios ciudadanos). La respuesta sencilla es: destinando miles de millones de dólares durante varias décadas a la inversión en exploración a través de su empresa estatal.

Miles de millones de dólares que desde hace muchos años pagan de su bolsillo todos los brasileros, y que recién ahora un poco (y seguramente dentro de unos años mucho) les está dando réditos tales que les hará recuperar con creces el esfuerzo y la inversión realizados. Petrobras fue durante un tiempo prolongado la empresa que actuó como aspiradora de la renta generada por los sectores más productivos de la economía brasilera, para invertir cifras enormes (que pagaron todos los brasileros, repito) en una actividad que tenía un potencial estratégico interesantísimo, pero que podía convertirse tranquilamente en un fiasco.

Y el país vecino tenía (y sigue teniendo, hay que decirlo) “prioridades mucho mayores”, como ser: un nivel de pobreza promediando el 40%, altísimo analfabetismo, precariedad infraestructural en los bolsones de pobreza incluso de los estados “ricos”, una violencia cotidiana atemorizante por la incapacidad estatal para ejercer el control políciaco en ciertos territorios que en la práctica se “independizaron” aún cuando la policía no escatima brutalidad a la hora de hacer las veces de “política pública de contención de la pobreza” (que fue la más eficaz de las que se implementaron).

Así y todo, el estado brasilero a través de la sociedad del estado Petrobras pudo captar renta y reconducirla al desarrollo de actividades estratégicas, con control estatal. Por eso, una vez operados los milagros, es bueno pegarle una ojeada al fino proceso de producción que los hace posibles. No hay batalla en la historia que se haya ganado sin derramar sangre.


La ilustración es de acá.


miércoles, 12 de enero de 2011

Problemas energéticos: inquietudes y respuestas parciales II

En la versión publicada en Artepolítica, de la entrada sobre "política energética", recibimos un comentario de Eduardo.

En este caso, la referencia era al sistema de energía eléctrica.
Habíamos dicho que la capacidad instalada del sistema nacional puede producir, trabajando a pleno, 27.000 MW, y que el pico histórico máximo de consumo fue de 20.000 y pico.

Eduardo nos hace notar con razón que los 27.000 MW de producción son inconcebibles. Por factores varios, siempre se opera por debajo del máximo. De hecho, cuando se registró ese pico, la oferta estaba operando a 23 o 24 mil MW.
También cabría mencionar la contracara de lo que dice Eduardo: 20.000 MW es un pico de consumo, no un valor sostenido en el tiempo.

Sin embargo, ver la capacidad instalada en relación a los picos de demanda sirve como primera aproximación al complejo tema del abastecimiento energético. Una distancia tan importante entre uno y otro permite identificar que se opera con un margen apreciable.

Por supuesto que el tema no se acaba ahí, porque la infraestructura de interconexión es lo que permite determinar cuán aprovechables serán esos 27 mil MW ideales (y 20 y pico mil reales) que se generan en distintas centrales, con distintas tecnologías y que abastecen determinados centros de distribución desde los cuales se provee a los focos de consumo.

También nos señala que lo importante para definir faltantes de energía es la existencia de saldos exportables en los países vecinos. Coyuntural y localizadamente la provisión de energía producida en Argentina puede quedarse corta, y se recurre a la importación de energía proveniente de países vecinos para tapar agujeros. Por ejemplo, si se da el caso de un río que abastece una central hidroeléctrica que se seca por cuestiones climáticas, y esta central por tanto no puede funcionar, se cubre el bache con energía importada de algún país limítrofe con el que se cuente con infraestructura para interconexión. Tapar esos agujeros de esta forma puede resultar más barato (o hasta la única salida posible) que tomar excedentes producidos por otras centrales fronteras adentro. En la mejora de este aspecto se inscribe la obra de interconexión NOA-NEA, por ejemplo.

Pero, que la importación de energía haya crecido en los últimos 8 años muy por encima de años anteriores, es un hecho que se relaciona muy fuertemente con el incremento de la demanda focalizada. Mucho más que con una hipotética falta de generación.

Del mismo modo, de verificarse incrementos en la exportación de energía, no podría tomarse esto como ejemplo de que la situación energética argentina es más holgada.

El avance en acuerdos con los países de la región para mejorar la infraestructura de interconexión transnacional es prioritario, y no es necesariamente una demostración de mayor dependencia externa. Justamente el futuro energético y económico en general de la región es la interdependencia, como mecanismo de potenciación de nuestras posibilidades.

martes, 11 de enero de 2011

Problemas energéticos: inquietudes y respuestas parciales

En una entrada anterior tratamos el tema de la "política energética" (usando a regañadientes el término).

Obtuvimos comentarios de lectores que impugnaban parcialmente las apreciaciones. Sobre lo dicho en esos comentarios intentamos ahora colocar matices.

Primero, el lector Cuindich, nos llamó la atención sobre la estructura del mercado de los combustibles, instaurada en los 90, sin corrección hasta hoy, salvo por algunos "parches".

El primer punto toca a las retenciones móviles que rigen sobre la exportación de petroleo, lo cual hace que el barril tenga un precio casi fijo en el mercado interno. Se paga por el mismo 48 dólares (está más de 80 en el mercado internacional). Nos dice Cuindich que las empresas mismas dicen que producir ese barril les cuesta 12 dólares, de lo cual se deduce que los márgenes son enormes.

Sin embargo, hay que pensar que para la fijación del precio interno del barril de petroleo influyen varios hechos.

Primero, hay algunas empresas que abarcan toda la cadena. Es decir, refinan para obtener combustibles el mismo petroleo que extraen del suelo. Pero aparte compran petroleo de otras explotaciones concesionadas a otras empresas.

Entonces, los márgenes de la extracción de petroleo, de la refinación, y de la comercialización afectan los intereses de distintas empresas que operan en distintas condiciones. El precio bajo, en detrimento de los márgenes de quienes extraen y en favor de quienes refinan podría reproducir en el plano de la extracción la concentración de mercado que hay en el ámbito de la refinación.

Aparte están las regalías que las empresas pagan a las provincias, sobre el valor del petroleo que comercializan. Cuando la 125, Das Neves, gobernador de una provincia petrolera, intentó poner en el tapete el debate sobre el régimen de retenciones móviles que afectaba a la actividad. Según su opinión, la fijación de precios por debajo de los de mercado tenía por objeto bajar el monto imponible para las provincias, en favor de un aumento de la recaudación fiscal nacional.

Bajar más, entonces, el precio del barril de crudo, generaría tensiones y rispideces en todos esos frentes, lo cual es motivo de prestar especial atención para equilibrar la distribución de excedentes entre todos: empresas de distinta actividad, consumidores, estado nacional y estado provincial.

El otro punto es el de la exportación de naftas, cosa que usufructúan casi sin condiciones las empresas que refinan.
En este punto hay que atender una cuestión estructural del mercado argentino. Acá, se consume mucho más gasoil que naftas. En una proporción de 3 a 1, más o menos. Sin embargo, las refinerías no pueden trabajar con esa proporción. Producen en cantidades mucho más equilibradas los distintos productos.
Lo cual hace que la facilidad que obtengan las empresas para colocar sus saldos exportables de naftas estará ligada fuertemente con la posibilidad que tengan de producir gasoil en cantidades más cercanas al abastecimiento del mercado interno.
En cambio, sin condiciones para colocar saldos exportables de naftas de manera conveniente, mayor necesidad de importar gasoil.

Sigue después...

lunes, 10 de enero de 2011

Revisionismo: Duhalde y la devaluación.

Los seguidores de Lucas Carrasco ayer miramos 678.
Y escuchamos atentamente su contrapunto con Barone, sobre Duhalde.

Lucas culpó a Duhalde por el momento de mayor regresividad en la historia argentina en cuanto a distribución del ingreso, producto de la devaluación de 2002. Dato duro y cierto. Pero con matices, para mí.

Porque más allá de que Duhalde fue quien tomó la decisión política, haciéndose cargo del costo político que nadie quiso pagar antes, incluso cuando era más barato, lo cierto es que la devaluación del peso fue una decisión del mercado, y hasta del sistema económico mundial, si se quiere.

Por supuesto, pudo haberse dispuesto alguna medida para que la regresividad no fuera tan marcada. Pero puede evaluarse también que el encaprichamiento en mantener una paridad fija del peso con el dólar durante 8 años había estrangulado el aparato productivo nacional, generando una transferencia inmensa de recursos desde el sector productivo secundario tradicional (que no podía competir casi en nada con productos importados ultra baratos en dólares) hacia los sectores rentísticos (y fugadores de divisas).

Por supuesto (y esto no hay que aclararlo siquiera) los actores destacados del sector secundario tradicional tuvieron la versatilidad que ofrece el poderío económico para adaptarse y sacarle provecho al "nuevo" escenario. Pero la cuestión es que todo el aparato productivo se reconfiguró durante esos años, con consecuencias nefastas para el empleo y la producción nacional.

En este sentido, la sobrevaluación de ciertos activos (ahorros en pesos-dólares, papeles negociables, efectivo mismo, hipotecas, notas de crédito, etc.) se valía para su sustento de dos mecanismos: venta barata de dólares hasta vaciar el banco central, y aumento del desempleo.

Entonces, los ingresos fijos en pesos (salarios) seguramente eran mucho más valiosos antes que después de la devaluación. Pero mantener ese poder de compra del salario sólo era posible achicando cada vez más el universo de "beneficiarios" de salario. Y ese poder de compra en parte se licuaba desde el momento en que se pagaba parcial o totalmente con cuasi monedas que se negociaban informalmente a valores muy por debajo del nominal (otra transferencia al sector rentísitico)

Duhalde, entonces, por una parte blanqueó lo que ya se daba: licuación de activos en pesos. Por otra parte, habilitó un escenario más propicio para la instauración de un nuevo esquema, planteando la flotación de la moneda, en contra de la paridad fija.

Lo hizo, es cierto, a través de alianzas de clase que, por su elección, fueron concesivas por demás con algunos actores económicamente poderosos y muy drásticas con otros sectores a los que se les pidió un sacrificio desproporcionado (en parte, esto fue posible por el bajo poder de negociación corporativa que a esos sectores le había quedado).

Una opinión, al fin de cuentas, nada más que eso.

miércoles, 5 de enero de 2011

El fracaso de la política energética

Con esa pompa describen algunos analistas la situación actual, caracterizada por dos o tres cuestiones salientes:

-algunos cortes de luz en el AMBA, en picos de demanda, provocados por incapacidad de la red de distribución domiciliaria para dar abasto,

- aumento de la demanda de combustibles, con récord histórico de consumo, lo cual obliga a YPF a valerse puntualmente de nafta importada para abastecer a las estaciones. Compra afuera la nafta que ESSO y Shell no alcanzan a (o no quieren?) refinar acá.

- en invierno, importación de gas "caro" y restricción en el suministro a las industrias que no participan del Gas Plus.

Primero: esos problemas son fácilmente identificables y clasificables, salvo que con intención deliberada se quiera gambetear la mención del factor principal: el contexto (inédito en la historia económica argentina) de crecimiento en todas las actividades (o casi), durante 8 años sin interrupción (también casi). Si no se gambetea, entonces, ese pilar fundamental de la realidad actual tendríamos que darles el nombre adecuado: cuellos de botella.

Los cuellos de botella son producto del desequilibrio generado a partir de que la demanda crece a un ritmo al que la oferta no logra adecuarse efectivamente.
Nótese que el contexto es claramente de crecimiento de la demanda, en cualquiera de los ítemes señalados.

Sin embargo, se suele leer cosas como que está fracasando el modelo de "gestión privada". La gente que rodea a Pino Solanas es muy afecta a tal explicación. Conclusión perezosa y falaz.

En realidad, cuando en los 90 se deciden las variadas privatizaciones que reconfiguraron el mapa del sector, se lo hizo como parte de un proyecto que no se agotaba en la privatización misma, sino que sumaba este factor a otros que lo complementaban. Liberación de los mercados, tipo de cambio bajo (dólar barato), precios prohibitivos (los más altos del mundo, en varios ítemes), empresas que balanceaban sus inversiones entre lo productivo y lo financiero, dándole alce a lo más rentable (lo segundo).

Pensar las privatizaciones de los 90 separadas de tal esquema es, repito, falaz.

Como muchas otras cosas, ese esquema falleció definitivamente en diciembre de 2001. Hoy, de aquello, solo queda la gestión privada de las empresas del sector, aunque con autonomía relativa, dada la intervención innegable (cierto que deficiente en muchos casos) del Estado.

Ya no existe el tipo de cambio de entonces, ya no existe el contexto de valorización financiera; ha sido reemplazado por la valorización productiva, de la mano del crecimiento del mercado interno y los incentivos al consumo. Y (como principal motor de lo anterior) los precios de estos productos hoy son excepcionalmente bajos. El esquema actual es bastante distinto de aquel que fracasó, no en materia energética, sino a nivel general.


Capitalismo de amigos

A la mierda.
Si faltaba algún aporte a la nueva "polémica" sobre el futuro de Edesur era el del EX-defensor del "pueblo" (u Ombudsman, que queda más paquete), actual defensor de las privatizadas ( o lobbysta ad honorem, que queda más real), Sr. Eduardo Mondino.

La culpa de todo lo que pasa con los cortes de energía la tiene el Gobierno y su pésima política de servicios públicos, dice. Habla (junto a su exégeta, el redactor de Clarín que escribe la notita) de "poder central" o "el poder" a secas refiriéndose al Gobierno, en claro posicionamiento ideológico. Y levanta suspicacias acerca de las gestiones que estaría haciendo el Ejecutivo para facilitar el ingreso de algún empresario "amigo" al negocio de la distribución eléctrica.

Como si él, después de todo, no estuviera defendiendo los "derechos" de sus propios amigos, los actuales dueños de Edesur, por ejemplo cuando habla de la necesidad de "renegociar contratos". Edesur, que en definitiva es una empresa a la que se le concesiona un servicio público no goza de ninguna precedencia natural. La decisión de defenderlos es política. Por eso Mondino y Clarín encaran la defensa: porque hacen política (y negocios, que en algún punto son dos elementos de la vida socio-económica que están muy estrechamente vinculados).

Así, muchachos, que el problema no es el capitalismo de amigos. Porque el capitalismo, en última instancia, siempre es de amigos. Amigos de unos o amigos de otros. O, en todo caso, socios, que es una palabra que se adapta mejor a los contextos en los que se maneja guita. Pero, como la guita (su presencia) muchas veces hace confundir los sentimientos, aceptamos que llamen "amigos" a los tipos que pagan por la custodia de sus negocios. Cosas de la vida.

martes, 4 de enero de 2011

Dura embestida contra los chinos

Buena nota de Víctor Bronstein en Clarín: "China no es nuestro socio estratégico".

Describe en breve, pero dando datos interesantes y mayormente desconocidos, la "diplomacia" energética de China. Consiste ésta en potenciar las inversiones de empresas de energía chinas en el exterior, para garantizar para el país asiático abastecimiento de este bien escaso.

Llama la atención (por tal motivo) sobre la necesidad de dar un debate, ante las compras (una en proceso, la otra cerrada) por parte de empresas chinas de porciones de Pan American Energy (PAE) y OXY. Se plantea la posibilidad de que el Gobierno intervenga en el "mercado libre" para obstaculizar este proceso de chinización de las empresas que explotan nuestros recursos naturales con fines de producción energética (y no "nuestras empresas", distíngase bien, que el nacionalismo tiene un límite: las utilidades empresarias).

En el caso de PAE el que estaría vendiendo sus acciones es el Grupo Bridas (argentino, de los Bulgheroni). No vale lo mismo para OXY (empresa cuya venta se puede "evitar", de mediar "voluntad política").

Tampoco aparece de igual forma el discurso "nacionalista", pro intervención estatal en el mercado y propiciador de actitudes hostiles hacia las inversiones extranjeras, que generan inseguridad jurídica, cuando se trata de empresas de servicios públicos, que son "embestidas", en función de la instauración del "capitalismo de amigos".

La "pluralidad" da como resultado una gran coherencia: por exceso o por defecto, siempre lo que se hace está mal. No es novedad, ya lo sé. Pero es.

lunes, 3 de enero de 2011

Luz

El globo de ensayo que lanzó Lezcano el otro día fue convertido en bomba por De Vido. El contrato de concesión a Edesur está en la mira. Difícil que algún opositor de peso quiera jugársela en la defensa de la empresa. Algún que otro suicida habrá. No muchos.

Si prospera (la caducidad del contrato) puede traer aparejado el ingreso al mercado de la distribución energética en el área más suculenta del país de nuevos jugadores, de capitales nacionales. Aún, incluso, alguna participación en el negocio de Luz y Fuerza. Si sirve para que puedan darle sustentabilidad a la elogiable decisión de recomponer el funcionamiento de la Caja compensatoria, por la cual los jubilados y pensionados del gremio vieron engrosar sus haberes de modo contundente, bienvenido sea.

En cuanto al tema energético, el punto es un poco más complicado.
El Estado cumple en sancionar la mala provisión de servicio público de las empresas. Con multas, o más extremadamente, amenazando "revisar" contratos. Problemas de provisión que denotan deficiencias en la inversión. Que el Estado tampoco previó. Si no, no se explica que sancione la falencia, en vez de obligar por anticipado a evitarla.
El punto es: la demanda aumenta, concentrada. La inversión para poner la oferta a tono va de atrás. Las previsiones a veces fallan. Y el Estado, por carencia de previsión, recurre a la sanción. Los problemas, sin embargo, ya fueron vividos y (ay) "facturados".

El esquema actual es así. Tiene ese defecto de origen. Al Estado no le falta fortaleza, a las empresas no les faltan recursos para invertir. Lo complicado es alcanzar la previsión necesaria, precisa, para anticipar un crecimiento (repito) concentrado y difícil de proporcionar. Lo complicado es destrabar por anticipado los cuellos de botella.
Después hay cosas... ¿Cuántos cortes en barrios de clase media baja no se debieron a "parches" para devolverle la luz a algún country que se quedó sin suministro "justo para Navidad"? Decisiones de ese tipo están a mano de algún gerente que necesita "salvar la ropa" cuando lo llama alguien "importante". Feo que pasen estas cosas. Pero pasan. No nos engañemos con que son patrimonio de Edesur.

El tema es que este esquema imperfecto de tarifas subsidiadas, incentivo al consumo y a la reinversión de utilidades tiene una alternativa.
Lo dicho: el lobby empresario, el aumento de tarifas, el disciplinamiento del consumidor (en general, de los de más bajos recursos), la merma en el consumo, y la libre disponibilidad de las utilidades por parte de las empresas.
Entonces, para evitar los problemas de provisión de energía los "amigos del mercado" (y del "cachet" de lobbysta) tienen un plan: limitar los consumos.
Paradójico que para que no veamos restringido nuestro consumo energético por los cortes, tengamos que consumir menos. Al final, todos los caminos te llevan al mismo lugar.