viernes, 11 de noviembre de 2011

Un guiño a Mancuso


Escuché, hace poco, un chiste sobre Scioli. Un chiste irrelevante. Hacía referencia (no me lo acuerdo bien) a algo que habitualmente, y en serio, se dice sobre Scioli.

Que no es "progresista". O que es "de derecha". Incluso, para algunos esquemas de análisis político, vale aclararlo, las dos cosas (no ser "progresista" y ser "de derecha") son lo mismo.

Yo, por mi parte, me declaro inocente de tal prejuicio. Las virtudes intrínsecas del progresismo a mi carácter pendenciero le pasan totalmente desapercibidas. Y las alusiones a la derecha, en sí mismas (quiero decir, como meras alusiones), tampoco me asustan.

Por algunas cuestiones que no vienen al caso supe hace poco que la decisión aprobada por ley, y por voluntad expresa de Scioli, de que tanto los hospitales públicos, las obras sociales y las prepagas se hagan cargo sin costo para los pacientes de los tratamientos de fertilidad en la provincia de Buenos Aires, al menos en el tramo que afecta a las prepagas, se cumple. Funciona bien.
Una decisión bastante audaz, no exenta de cierta simpatía católica chupa-cirio (con la salvedad de que no cae en el fundamentalismo de considerar que si el hombre y la ciencia tienen que intervenir se contraria la voluntad de Dios), no con mucho rédito político (pensemos que son pocas las familias que requieren tratamientos como esos), pero que apela a una sensatez en cuanto a la fundamentación que inhibe la posibilidad de que nadie se caliente mucho por hacerle lobby en contra.

Decisiones como esa, en algunas provincias con gobiernos "progresistas", no se consiguen. Tal vez, porque sus mandatarios estén más preocupados por la organización de los soviets. O más verosímilmente, porque sean más permeables al lobby de las empresas de salud, grandes financiadoras de cuadros políticos "propios".

Aparentemente, anda deambulando por algunas comisiones del Congreso un proyecto de ley nacional sobre el tema.
En cualquier caso, el ex-motonauta y ex-menemista, hombre de "derecha", y ferviente católico, habrá sido el pionero en la instauración de un derecho que pone en pie de igualdad frente a un tema tan sensible a las familias pobres y a las familias ricas.
Con cargo al Estado para el primer caso; con cargo a las empresas de salud, en el segundo.

Sin caer en alabanzas desmedidas al sciolismo, que (como dicen algunos amigos míos) no existe, usamos el caso para poner, una vez más en cuestión ciertas ideas que, por esquemáticas, no siempre se ajustan del todo a la realidad.

2 comentarios:

Daniel dijo...

Y, Manolo dice que de afuera lo verían como un verdadero socialdemócrata.
La actitud con la cana, Mariano -a contrapelo del Ministerio de Nilda- es lo que lo derechiza.
Pero bueno, ayer me enteré en un blog amigo que Felipe González podría haber sido agente de la CIA, así que...

Ricardo dijo...

Firmé hace poco un petitorio para la ley nacional de fertilización asistida.

Coincido, no hay que asustarse con las caracterizaciones sino ir a ver qué se hace en determinada situación y contexto.