sábado, 9 de abril de 2011

Unir a la oposición


La idea ha sido lanzada principalmente por Macri.
Dirigente opositor al que el Gobierno nacional se empeña por darle visibilidad mayor a la del resto. El único con el que discute cara a cara.

Jorge Asís dice que al kirchnerismo le preocupa Duhalde, y sus combativos dirigentes sindicales: Barrionuevo y Venegas. Le temen (dice el pensador de origen medio-oriental) al pacto de éstos con Macri.
Una pavada, que no resiste lel menor ojeo de diarios. Si le tengo miedo al rotwailler de mi vecina, lo que menos haría sería chusearlo. Hablo, por supuesto, de Macri (que en metáfora canina, sería algo así como un pequinés).

Hay, detrás de la escena visible, movimientos en las sombras.
Algunos se enojan cuando se habla de Magnetto. Otros se mofan. Dicen, casi, que es un invento de 678.

La realidad es que Magnetto es quien maneja las funciones políticas, dentro de un poderoso grupo económico que desde siempre ha tenido fuerte participación en política (su negocio es, en definitiva, la política, que es el corazón de las noticias difundidas; ¿existe la posibilidad de pensar un medio de noticias sin sección política?, ¿hay alguna forma de manejar los intereses de una gran empresa siendo políticamente neutral?). Y desde 2008, se fue blanqueando esa operación en política.
Resulta que como nunca el grupo en el que Magnetto desempeña funciones políticas ha adoptado un posicionamiento definitivamente opositor al Gobierno Nacional. Sin ambigüedades ni concesiones.

Con una particularidad: no hay dirigentes políticos opositores que cuenten con un capital político de la magnitud del de Magnetto (valga la redundancia (?)). Esta situación lo convierte (a Magnetto) en el mejor posicionado para ordenar, disciplinar, un frente opositor.

Algunos actores son más resistentes. Otros más permeables. Y depende siempre del grado de intereses involucrados.
Hay que ver cómo en algunos distritos empresas del grupo Clarín ganan (neutralmente en términos políticos, faltaba más) concesiones de negocios muy importantes (no hablo solamente de la CABA). Y la verdad es que no sé si esos negocios son algo tan jugoso para el Grupo (que puede prescindir de ellos, como de varios que ya perdió en su "guerra" con el Gobierno Nacional). Son interesantes para las dirigencias políticas, que blanquean, de esa forma, guita oficial para campaña.
Porque, decíamos, el Grupo en el que Magnetto desempeña funciones políticas es el que cuenta con el capital político mayor, de todo el arco opositor. Y con ello disciplina.

Fijarse nada más como el nombramiento del "díscolo" Alfonsín fue "bombardeado" por la bajada de candidatura de Cobos. Que le pegó fuerte a la UCR. Para bajarle el precio. Debilitarla. Tal vez con la intención de que vayan, sumisos, al pie. Del hipotético frente opositor (ese que les aportaría los votos necesarios para cumplir con lo que más les importa a todos: renovar los cargos).

Guste o no, Magnetto es quien arma y desarma estrategias de la oposición. A través de sus punteros: Cobos y Duhalde. Que siguen la línea que les bajan con el fin de sumir los movimientos de radicales y peronistas opositores a la estrategia de unir a la oposición.
Hasta ahora, Macri sería el candidato a presidente en ese hipotético armado.

Sin embargo, persiste la idea de que le convendría ir por la reelección en la CABA.

Hay un candidato, un poco más díscolo para con las propuestas de unidad y de firmas de declaraciones, pero que sería mucho más presentable. Es Binner.
Para disciplinarlo están los contratos y el fantasma Reutemann, que le podría hacer perder el territorio.

Hoy parece lejos, pero...

1 comentario:

Sergio dijo...

La verdad que el título de su psot, compañero, parece una utopía de aquella vereda electoral.

Falta mucho todavía, saludos!